GRECIA 2007 IV (DELFOS, OLIPMIA, MICENAS Y EPIDAURO)

Durante nuestro viaje tuvimos la oportunidad de visitar alguno de los más importantes yacimientos arqueológicos de Grecia. El primero de ellos fue Delfos.

En mi opinión, este es el más espectacular de todos. Situado en pendiente de una peña y mirando hacía un valle que se abre hasta el mar, Delfoi era considerado por el mundo griego como el centro del Mundo.


Personas de todo el mundo griego acudían a consultar su oráculo. Situado en un templo dedicado al dios Apolo



El yacimiento se compone de un museo, al que se pude entrar con el carné de estudiante, y las propias ruinas. Supongo que quien quiera conocer un poco más de Delfos y el resto de lugares puede consultar la Wikipedia. Sólo decir que la experiencia con la que me quedo de este viaje fue subir esta ladera y descubrir el santuario. Y eso que yo soy un turista comodón al que un autobús lo dejo en la puerta.


Creo recordar que algunos se animaron a recitar unos versos en el teatro...


Y por supuesto echarse unas carreras en el estadio. El Delfos se celebraban los juegos Píticos, unos juegos funerarios dedicados a la serpiente (Pitón) que Apolo mató para robarla su sabiduría y poder así presidir el oráculo. Uno de los cuatro juegos panhelénicos. Según nos contó Zoi (nuestra guía, cuyo nombre probablemente he escrito mal), inicialmente hubo dos proyectos para recuperar los juegos clásicos en la modernidad. La razón por la que hoy en día nos peleamos por celebrar los juegos Olímpicos y no los juegos Píticos fue que los promotores de los segundos buscaban mantener su espíritu y no estuvieron dispuestos a vender la publicidad (Poner anuncios de Homer Simpson corriendo la maratón con una camiseta que pone Nike mientras Spider-Cerdo le anima mientras bebe una Coca-Cola... y ese tipo de cosas).


Fue precisamente Olimpia la segunda de nuestras paradas.


Olimpia poseía el estadio más grande de la antiguedad. En este yacimiento también tenemos un museo en el que se guardan los restos encontrados. La sala más espectacular es la dedicada a los frisos y relieves del templo de Zeus.


De hecho, quedamos tan emocionados que no pudimos resistirnos e intentamos emular al maestro Libón de Elidé



El día siguiente fue de de la visita a la ciudad de Micenas y el regreso nuestro hotel en Atenas. La ciudad de Micenas es una fortaleza militar sobre un promontorio rocoso. La entrada es la llamada "puerta de los leones". Como veis, la escultura representa a dos leones (creo que faltan las cabezas) adorando o protegiendo a una columna. Se dice que esta columna columna sólo representa al palacio, es decir, al rey. Por lo visto existen otras teorías, seguramente formuladas por investigadores que se pasan las noches soñando con corbatas.
Junto a la ciudad de Micenas se encuentra el tesoro de Atreo, que no es más que la tumba de este rey legendario. Del tesoro no queda nada, porque fue saqueado.


Lo que nos encontramos dentro es una sala circular cerrada por una bóveda. Dentro de ella se puede observar un curioso fenómeno: Dos personas situadas en los extremos de un diámetro pueden hablar en voz baja, todo esto mientras el resto de los visitantes no oyen nada. Por lo visto, el sonido viaja de un lado a otro por detrás de los muros.


La última estación de nuestro viaje por el Peloponeso fue el teatro de Epidauro (uno de los pocos que no fueron reformados para adaptarse a la forma romana) situado en el santuario del dios Asclepios dedicado a la medicina. Para entendernos este lugar sería como una especie de balneario.


El teatro de Epidauro es celebre por su increíble acústica. Normalmente a los turistas esta se les demuestra comprobando como alguien sentado en la última fila es capaz de oír un papel romperse o una moneda caerse en el centro del escenario. Por supuesto, no pudimos irnos sin entonar nuestro himno en tan célebre lugar... si, ya sabéis,... un pájaro termodinámico, un pájaro termodinámico, el campo gravitatorio agoto...


En nuestro regreso a Atenas visitamos el Canal de Corintio, que tiene seis kilómetros de largo pero ahorra los cuatrocientos kilómetros que se necesitan para rodear el Peloponeso. Algunos nos entretuvimos intentando calcular cuantas toneladas de tierra se habían desalojado (es lo que tiene ser físico...)


Si el canal tiene 20 metros de ancho y 8 de profundidad, a lo largo de seis kilómetros... y suponiendo que la densidad de la piedra es ... Esto es muchísimo más fácil que esas entrevistas de trabajo en las que te preguntan cuantos semáforos hay en Madrid, o cuantos camiones necesitas para transportar una montaña.